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Poesía

Soy

Aquella ventana fue mi juventud…
Mis fugitivos sueños,
tan remotos como eternos,
definitivos pero huidizos
salían de nuestro hogar
como gatos sigilosos
para disfrutar el cielo mirar,
y mi viejo jardín abrazar.

Mis fugitivos sueños podían marcharse sin decir nada,
a tocar un vals para la luna,
a empaparse del universo
para volver conmigo en la mañana.

Pareciera que aún hoy,
lejos de aquella ventana,
junto a la hierba fresca que hacía
compañía a mi árbol de la vida,
buscan la forma de encontrarme
en otras habitaciones, otras casas,
ante otros cielos y jardines,
llegan a mí como si lo quisieran.

Cuando los siento volver
detrás de todas las ventanas
sigo siendo yo quien espera,
pendiente de las nubes,
saludando siempre a las estrellas
me encuentran preparada y sedienta
de recordar quién era
y soy.